lunes, 28 de julio de 2008

habia






Había tanto por pensar, había tanto por decir que ya olvide todo, un juego en el cada quien ganaba y perdía al mismo tiempo, es difícil entender como se puede olvidar el poder y la gloria, cuando tanto se quiere y eso que se quiere es imposible, de nada vale esconderlo, de nada sirve buscarlo, esta perdido en el alguna esquina remota donde sonríe la muerte, todos cambian al 100 y yo me quedo, tu te vas, ya no somos, una partida sin regreso y ya nada para entregar y no somos aquello que conocimos ayer, que harías tu por mi?? Y solo estaré a ver las tardes de otoño, la lluvia en el invierno y será el viento quien traiga sonetos escritos en él por tus manos que ahora están adentro en tus bolsillos, ahora corro, no me agoto, pero no por ello dejo de pensarte, pero te vas, me fui, se acabo, ¿que salvara al marinero de la tormenta? simple… nada.

Podemos correr sin escapar, siempre a la sombra de algo, nunca brillando por si mismos, a la expectativa del entorno, un aire que se eclipsa en sueños, mitifica toda la realidad, ¿en donde esta el horizonte de los días, que se disipo en tu piel? puedo intentar pero no esconder, ¿¿como esconderme de mi??. Cuando la única respuesta yace escondida en lo mas profundo de tu boca, tanto y tan poco me aturden sobriamente, puedo perder y obvio nunca mas recuperar, pero dejar de soñarte, es una tarea que detesto pensar que intentaré hacer, un completo inicio, un nuevo regreso, y la sombra que habitas, es la misma en la que me refugio, ¿en donde esta la distancia que nos cubre y separa al mismo tiempo?

OH que sorpresa, como siempre pongo mis pies en la tierra, mi mente y mi alma cada una se eleva a diferentes planos, cada cual tan distante y tan cerca, que nunca me doy cuenta de la rutina tan mecánica en la que me sumerjo, ¿podré salvarme de tal infierno?, a veces parece ser cuestión de vida o muerte, justo cuando pienso que debo cerrar los ojos, mis pies se enredan al andar, por que es de noche, nada es lo que parece ser, y siempre hay menos en el cielo, aun así sobrevivo, no importa si saliste, no importa si desconozco quienes somos, le llamas juego, y Dios lo lamenta, que más puedo decir, es difícil jugar a no verte, solo si pienso que me veo, te veo, que poco serio me he vuelto, que amargado he resuelto volverlo todo, aun así no dejo de preguntarme donde estas, en donde buscarte esta noche en la cual el sol beso la luna, donde es todo o nada, donde empiezas por ti y terminas en mi, ¿ya no ves que mis brazos te necesitan?

Cuando empieces termino, tal vez sea cuestión de romper el hielo, que tal, si este nunca existió y ¿estas más cerca de lo real? Hoy no, hoy no, siempre que sueño no lo estoy haciendo, solo sonrío al pensarte, que triste y desagradable sorpresa, que poco loables se han vuelto los actos teatrales de mis sonrisas, un cartucho mas que queme en esta tragedia de hospital, si mi corazón sigue con miedo, ¿por que no veo cercano el peligro que tanto lo atormenta?, esta pesadilla es mi mas profundo anhelo, es amar, es sentir, nunca es suficiente, parezco hiena en busca de alimento, huesos, carroña, y por que no… tú; me he vuelto en una simple víctima de la desesperación, de la espera del tiempo, pero eso no me mantendrá aquí.

Un miedo que llega a mi disfrazado de perfume inunda el ambiente, en esta oportunidad mi querido colega, no hay nada, la luz, el tic tac del reloj, el constante envejecimiento, poco o mas se halla mas allá de la línea del horizonte, caminar y caminar no resuelve mis dudas, solo me agota, me distrae, ¿pero donde estas?... he buscado en cada día, el rastro que dejaste al haber pasado por acá, en cada pared pareces haber escrito un no estoy, un extraño contrato de garantía en el cual aseguras que lo podremos llevar, hacia donde, no se, tal vez hacia ese mismo lugar al que nos dirigimos tan inevitablemente.

He visto mis sueños perderse en mi llanto, he sentido el dolor, he lidiado con tantas formas de odiar, que es una extraña oscuridad que brilla en medio de otra y me trae de regreso, justo cuando todas las promesas están rotas, cuando la melodía pierde su armonía, me da fe, me da la posibilidad de ver en el mundo el riesgo de vivir y existir, se que los anhelos son metas, y que todo puede ser peor, que siempre callo cuando tengo tanto por decir, cuando tengo tanto y nada por entregar, y veo el paraíso justo encima de mi piel , justo al borde de tu sonrisa, me diste, me das, me darás, lo que ninguna respuesta logra concretar, mi vida…

Todo el tiempo consultando a nadie para mantener mi boca cerrada, nunca he sentido que realmente estés, todo aquello que se esfuma atraca como barco en el muelle, no trates de ver lo que soy desde lo que mereces, no es un manera es escuchar a otro ser, que ¿algo mas? El silencio, el desconcierto, ¿como las auto-mentiras pueden ser tan convincentes?, todo el mundo dice que hay que aprender, que hay que llegar a amar, ¿a quien? Nunca se hace lo correcto, siempre queda algo por perder, cuando ya no hay nada se pierde un poco mas, lo ilógico de lo finito del hombre ahonda sus misterios, termina con la fe y hace posible la esperanza, ¿será que es lo único que me queda contigo? ¿Habrá algo mas? cuantos interrogantes abro, cuantos interrogantes se quedaran así, cuan poco hay para llegar a resolverlos, se hace tanto para nada, que no hay de otra, hay que morir, hay que hacerlo.

Y que si deberíamos estar juntos, y que si deberías realmente ser ese uno, y que tal si eres el deseo que cumplió alguna estrella fugaz hace mucho, que tal si al final no eres mas que la gracia divina de un maravilloso imperfecto, una bella caricia que nunca quiero dejar ir, los ojos con los que veré caer el alba, el nombre que reemplazara el mío, aquello que no se y que siempre me acompañará, un maravilloso cliché del cual quisiera depender, no lo reemplazare, la estrella mas lejana, la galaxia mas extraña, encubren tus manos que tapan mis ojos, para por siempre darle al ayer un sentido de mañana.

De la luz de la mañana se desprende la imaginación que sujeta la vida de los niños, las frases que sostienen corazones sobre los salvajes rápidos de situaciones tan complejas como revoltosos ríos en invierno, y por si todo pareciera perderse siempre hay algún momento para darse cuanta de que en realidad nada ha acabado, por mucho que brille la luna jamás opacara una simple y tranquila sonrisa de mi piel sobre la tuya…

Había una vez, existió alguna vez un rostro tan poco especial que partió la historia de la tristeza en dos, en sus ojos las rosas perdían sus pétalos y en su constante sonreír se veían las estrellas caer, a través de toda la oscuridad que exclamaban sus temblorosas manos anhelaba amar, la resequedad de sus labios hablaban sobre el miedo de sentir, el problema de expresar, como ave cautiva su voz ceso de cantar, y por primera vez cerro los ojos, al fin, una lágrima cayó sobre las hojarascas secas que pisaban sus pies, su mente volvió a su cabeza, y volvió a verse a si mismo huyendo de allí.